miércoles, 3 de octubre de 2018

solo en la calle, camino, me abrigo.

la helada vereda y las paredes de las casas

pintadas en aerosol negro

me tiran mensajes subliminales,

me quieren dar animos

pero no hay caso.



en la noche los arboles caen cansados 

con las marcas de orina en sus bases, 

los perros de la calle miran el trafico

esperando aquel auto que mato a su compañero el año pasado.

quieren morder las ruedas, 

quieren darle el merecido castigo.



Aun asi todo me da igual

tengo el corazon turbado, fragmentado, endemoniado.

camino encendido.  prendido a mis pensamientos.



llego a casa, 

mi cama me espera con las sabanas frias,

la ropa sucia esta tirada, amontonada por el suelo.

veo el techo, se me esta cayendo

sonrio cinicamente,

me quito la ropa lentamente, turbiamente.

me acuesto, me aplasto solo, en silencio.



me digo que tengo que tratar de no pensar, de no sentir

que tengo que esperar el calor de mi cuerpo 

que de a poco... comience a calentar el interior de la cama

pero no pasa nada... 

me quedo en blanco.



cierro los ojos,

esa noche no lloro

esa noche no sueño.







no duermo.